sábado, 7 de mayo de 2016

La vida

Cuando te quejás de las cosas que te pasan, la vida no se sienta a consolarte, te demuestra que pueden estar peor.

La vida no juega para nuestro bando, no juega a favor nuestro (no tiene porque hacerlo) sino que juega su propio juego, sin preguntarte si está bien o mal, si te gusta o no, o si estás de acuerdo.

Eso sí, a la vida le encanta enseñarnos cosas, aprendizajes, todo lo que necesitamos saber mientras seguimos vivos, a veces aprendemos y otras no. Para lograr enseñarnos muchas veces debe basarse en los "tragos amargos" que bien sabe, la idea es aprender a saborear estos tragos y encontrarles el gusto y, por supuesto, nunca rendirse, ponerle siempre el pecho a las balas y buscar la forma de salir adelante fortalecido. Lo que no mata, fortalece, no?

Las situaciones en la vida son cambiantes, a veces demasiado, en ocasiones toca estar bien arriba y otras lo más abajo posible, porque la vida se compone de ciclos; misteriosas fuerzas que desencadenan eventos, y estos ciclos no se detienen, así como el tiempo no para.

En la vida también suceden cosas buenas, obviamente, las cuales deben disfrutarse al máximo, dando todo de uno mismo. Y con los "malos tragos" nos devuelve al camino del que nos hemos desviado. La vida, para bien o para mal; no es justa, pero que importa? En nuestras manos están nuestras decisiones y nuestras actitudes, que son las que nos van a ayudar a ir para adelante o no; sumirnos en el dolor buscando compasión por parte de la vida.

Y que podemos hacer al respecto? Quejarnos, hacer manifestaciones en contra de la vida? Todo el proceso evolutivo se basó en la "selección natural" donde solo los seres más fuertes lograban sobrevivir. Querés que la vida te eliga para sobrevivir? Entonces tendrás que ser más fuerte y resistir.

Querés vivir? Querés que se te presenten situaciones que te pongan a prueba que tengas que resolver vos solo? O querés que la vida se siente a tu lado a consolarte? A preguntarte si está bien así, si te gusta o no? Es importante saber que en esta lucha tenemos un aliado, el tiempo. El tiempo nos ayuda a resolver todas las situaciones en la vida, bueno mientras seguimos vivos jaja.

Y que la vida no sea justa, yo pienso batallarle cuando las cosas no estén bien, y por sobre todo disfrutar el tiempo de vida; ya sea que le toque jugar a mí favor o en mi contra. En esto se basa el aprendizaje que nos ayuda a crecer como personas.

jueves, 5 de mayo de 2016

Si se organiza el rebaño

Si se organiza el rebaño, el león se acuesta con hambre.

Estos pibes son unos genios, como no sentir empatía con ellos, como no hablar ni reflexionar sobre lo que acaban de lograr, sobre la batalla que acaban de ganar. Me hacen acordar de Septiembre del año pasado y del #UNANoTeCalles, la vigilia, los sueños y la esperanza de un país mejor, noches de incertidumbre, hambre y frío, pero el motorcito que alimentaba el espíritu no era la comida o el calor, sino la esperanza de ser mejores, todos, ser un país mejor. Porque sabíamos que todo valía la pena, porque cuando más dudas se tenían, levantabas la cabeza, mirabas alrededor y veías banderas paraguayas, jóvenes arropados con el rojo, el blanco y el azul, buscando justicia, paz, y libertad.

Pero lo que acaban de lograr estos jóvenes y adolescentes tiene mayor valor todavía porque siendo menores de edad aún, tienen en sus neuronas muchísima más información del futuro que nosotros, entonces como no creer que podemos ser mejores, que unidos se pueden lograr cosas importantes. Como no tener fe.

Les agradezco por la enseñanza que nos dan, que me dan, por la fuerza de seguir luchando donde las cosas no se hagan bien, solo queda comprometernos todos con ustedes, a levantar la voz donde las cosas anden mal. Solo nos queda estar a su altura PIBES.

Es bueno saber que sí, que sí tenemos los glóbulos rojos de la sangre derramada triunfante en Curupayty.

domingo, 1 de mayo de 2016

UN CUENTO

Me desayuné esta mañana, después de mucho me desperté algo temprano para ser domingo, con una frase ricotera en Twitter que me dejó pensando y, a la vez, con una conclusión para dejar de pensar tanto. "Solo un cuento fue, que ayudó a pasar un buen rato..." rezaba esta frase. Con esta frasecita caí en la cuenta de que muchas veces nos aferramos a cosas que nos suceden en la vida como si fueran a ser eternas o durar para siempre; nada más contradictorio con la vida misma, todo tiene un final. Porqué un cuento? Porque después del mismo volvemos a la "realidad", nos encontramos otra vez con nosotros mismos antes de esa situación pero quizás con algún aprendizaje y otro tipo de madurez, podría ayudarnos a crecer como personas. Y volver a la realidad no significa que el "cuento" haya sido virtual; sino en su forma y, en su momento, fue real y demasiado, pues ayudó a pasar un buen rato. El cuento fue bueno o malo mientras duró, y fue real, y algún aprendizaje dejó, algo que estábamos necesitando aprender. Y si ayudó a pasar un buen rato, de que podemos quejarnos? Como sería la vida si estuviera compuesta de infinitos "pequeños buenos ratos"? Y esto no quiere decir que esos pequeños buenos ratos puedan depender solo de una situación o persona, por ello; debemos aprender a soltar las cosas y generar siempre buenos cuentos nuevos. Disfrutar del cuento y pasar un buen rato, dar lo mejor de uno mismo, sabiendo que este cuento puede durar mucho o poco, pero lo más probable es que tenga un fin si no nosotros. Eso es todo, disfrutar de las situaciones que propone la vida, o proponemos nosotros, mientras sucedan, sabiendo que pueden terminar, lo que le da el valor verdadero a la experiencia; saber que pueden terminar, este es el motor que nos impulsa a ser mejores. Y poder participar en otros cuentos cuando uno termine, estar siempre abiertos a nuevas experiencias, que siempre nos enriquecen, sean buenas o malas, buscando sencillamente buenos ratos que pasar. Al final de todo eso nomás es la vida, la sumatoria de unos cuantos cuentos.