Qué puedo escribir? Podrías estar ahora mismo acostada a mi lado y decirme, "que tal sobre ese ruidito de la llovizna de afuera golpeando el suelo?" Yo seguramente te diría, "no es el suelo, pero no sé qué es". Ese ruidito no es tan bueno como la llovizna en sí o como el ruido cuando solamente se pierde en la noche. Te diría que me molesta ese ruidito, te miraría serio para actuarlo. Seguramente me sonreís con esos ojos (que hasta ahora no sé si son verdes o azules, pero sí sé que son los más lindos que vi y nunca te dije), que me absorben, más cerrados que abiertos porque tenés sueño. Seguramente me sonreís con esa mirada de fuego.
Y vos y yo sabemos lo que me genera esa mirada, lo que es imposible evitar que pase cuando mostrás esos dientes en una sonrisa y los ojos achinados (que acompañan la sonrisa), esos ojos de dragón que tenés. Seguramente te doy un beso y te digo, "no es el suelo, querés salir a mirar? De paso vemos la lluvia". Aunque sé que preferís los días soleados, aunque sea de madrugada y hace frío.
Sé que me vas a decir, "estamos bien acá" y capaz "callate y dormí". Siempre tan inocente! Cómo voy a dormir si te tengo al lado. Si llueve, es de madrugada, hace frío, podemos despertarnos tarde y tenés esos ojos que me hipnotizan.
Sé que harías el intento, o el amague, de dormir, sonreirías porque me estás jodiendo. También sé que no te dejaría. Capaz mañana deja de llover y no quiero dejar pasar esta noche. Me dirías, "bueno vamos a ver la lluvia pero un segundo y con una condición, haceme un té y salimos". Saltaría de la cama, te levantaría, te haría el té y saldríamos a mojarnos bajo la llovizna, como aquel primer día en que, mojados, un par de besos te robé.
Volveríamos y te quejarías, "te saliste con la tuya", siempre fuiste muy chispita. Te callaría la boca con un beso, la única forma que te convence pero igual no lo reconocés: siempre fuiste de ocultar cosas, de guardártelas solo para vos. Creés que eso te hace ser libre y aunque no lo comparto, está bien. Esta noche no quiero discutir con vos.
Apagarías la luz, pero un rato después dirías que la lluvia no te deja dormir, lo sé. Que los truenos no te dejan dormir. Yo sonrío callado porque me di cuenta que va a llover toda la noche y puedo ver que en el fondo te gusta. Porque vamos a estar despiertos toda la noche, abrazados toda la noche. Dejarías de lado tu ego, cosa que no solés hacer mucho, para abrazarme y me dirías. "Esta noche ganaste, hagamos algo, cuando deje de llover dormimos". Yo te sigo la corriente y te digo, "Dale", sin más, y te doy un beso. Agregaría, "te dejo de besar cuando deje de llover". Sonrío.
Y seguramente, nunca deja de llover!.
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